Según estiman empresarios del mercado asegurador, entre el 10 y el 20 por ciento
de las denuncias de robo que se hacen a las compañías aseguradoras en el rubro
automotor son fraudulentas y es más: para la Policía Federal el 25 por ciento de
los vehículos que desaparecen en realidad responden a autorrobos.
Toda esta conflictiva lleva a que el sistema asegurador, como consideraron algunos operadores del sector, pierda anualmente entre 200 y 400 millones de pesos a raíz de las denuncias truchas.
En la óptica de los especialistas consultados por DIARIO POPULAR, la estafa en perjuicio de las aseguradoras forma parte de un fenómeno a nivel mundial, que en nuestro país viene creciendo en los últimos diez años.
Las estimaciones más conservadoras indican que un mínimo del 10 % de los seguros que se pagan responden a denuncias truchas, pero algunos operadores han llegado a considerar en 50 % la cantidad de siniestros simulados.
Los porcentajes son muy elevados y se encuentran sostenidos por las cifras que manejan tanto la Federal como la Superintendencia de Seguros, para la cual el 25 % de los vehículos que desaparecen son en realidad autorrobos.
“Es muy difícil llevar estadística de estos ilícitos, pero la percepción es que han aumentado en la última década”, explicó Francisco Astelarra, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Compañías de Seguro.
La situación tiene un indudable impacto económico sobre la actividad si se tiene en cuenta que en el ramo automotor (que es el que más factura en las compañías de seguro), por año se liquidan aproximadamente 670.000 siniestros, que a un promedio de 3.000 pesos por siniestro hacen un total de 2.000 millones de pesos al año.
Si se acepta que hay un 20 % de fraude se estaría hablando que a las compañías pagar estas maniobras les cuesta más de 400 millones de pesos por año. Además, Astelarra explicó que “el autorrobo no es el que más daño le hace al sistema ya que hay fraudes menores que son muy habituales, como las lesiones inexistentes. El “latiguillo cervical” (lesión producida por el choque desde atrás), por ejemplo, se ha hecho moda”.
Sin embargo, operadores del sector se muestran muy prudentes respecto de estas cifras y afirman que es muy difícil obtener datos de forma indubitable. La cifra total de denuncias falsas es una conjetura que no se apoya en datos indubitables, ya que recién ahora las compañías de seguro están haciendo un seguimiento detallado de el fenómeno.
En este sentido Leonardo Andekian, Gerente de Servicios Corporativos CESVI, que nuclea al 70 % de los operadores del mercado asegurador, explicó que “se mantiene muy alta la denuncia de robo estacionado, que es aquel que se realiza sin involucrar al usuario del vehículo” y añadió que “es llamativo que entre un 65 y 70 por ciento de los robos denunciados son de este tipo, contra el 30/35 por ciento de robo a mano armada”, precisó el especialista.
Toda esta conflictiva lleva a que el sistema asegurador, como consideraron algunos operadores del sector, pierda anualmente entre 200 y 400 millones de pesos a raíz de las denuncias truchas.
En la óptica de los especialistas consultados por DIARIO POPULAR, la estafa en perjuicio de las aseguradoras forma parte de un fenómeno a nivel mundial, que en nuestro país viene creciendo en los últimos diez años.
Las estimaciones más conservadoras indican que un mínimo del 10 % de los seguros que se pagan responden a denuncias truchas, pero algunos operadores han llegado a considerar en 50 % la cantidad de siniestros simulados.
Los porcentajes son muy elevados y se encuentran sostenidos por las cifras que manejan tanto la Federal como la Superintendencia de Seguros, para la cual el 25 % de los vehículos que desaparecen son en realidad autorrobos.
“Es muy difícil llevar estadística de estos ilícitos, pero la percepción es que han aumentado en la última década”, explicó Francisco Astelarra, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Compañías de Seguro.
La situación tiene un indudable impacto económico sobre la actividad si se tiene en cuenta que en el ramo automotor (que es el que más factura en las compañías de seguro), por año se liquidan aproximadamente 670.000 siniestros, que a un promedio de 3.000 pesos por siniestro hacen un total de 2.000 millones de pesos al año.
Si se acepta que hay un 20 % de fraude se estaría hablando que a las compañías pagar estas maniobras les cuesta más de 400 millones de pesos por año. Además, Astelarra explicó que “el autorrobo no es el que más daño le hace al sistema ya que hay fraudes menores que son muy habituales, como las lesiones inexistentes. El “latiguillo cervical” (lesión producida por el choque desde atrás), por ejemplo, se ha hecho moda”.
Sin embargo, operadores del sector se muestran muy prudentes respecto de estas cifras y afirman que es muy difícil obtener datos de forma indubitable. La cifra total de denuncias falsas es una conjetura que no se apoya en datos indubitables, ya que recién ahora las compañías de seguro están haciendo un seguimiento detallado de el fenómeno.
En este sentido Leonardo Andekian, Gerente de Servicios Corporativos CESVI, que nuclea al 70 % de los operadores del mercado asegurador, explicó que “se mantiene muy alta la denuncia de robo estacionado, que es aquel que se realiza sin involucrar al usuario del vehículo” y añadió que “es llamativo que entre un 65 y 70 por ciento de los robos denunciados son de este tipo, contra el 30/35 por ciento de robo a mano armada”, precisó el especialista.
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