lunes, 28 de enero de 2013

Seguro para bicicletas

Hemos incorporado una nueva cobertura dentro de la línea de productos Hogar
A través de la contratación de su póliza “Hogar" y como adicional a sus coberturas de riesgos para viviendas, la compañía ampara a las bicicletas contra Incendio, Robo y Responsabilidad Civil ante terceros.
 
 
Consultanos a info@doseguros.com.ar




Inseguridad: Robos a countries: no paran y cada vez son más violentos

Según las estadísticas policiales, hay al menos uno por semana. Pero los vecinos hablan de muchos más, que no se denuncian. La novedad es que ahora son a mano armada y con tomas de rehenes

La lógica de que un alambrado e infinitas medidas de seguridad alcanzan para crear un ambiente distante de la lógica urbana y exento de los peligros que confluyen puertas afuera vuelve a quedar en crisis una y otra vez. Según un relevamiento de denuncias recibidas por la Policía, entre noviembre y lo que va de enero hubo al menos un robo por semana en los countries del Conurbano. Si se toma en cuenta lo que dicen los vecinos, la cifra es aún más elevada porque hay una gran cantidad de hechos que no llega a las comisarías. En dos de los countries consultados, por ejemplo, aseguraron haber sufrido entre 8 y 10 robos cada uno en los últimos meses. Y lo peor: cada vez son más violentos, incluyen armas y tomas de rehenes.
Aquiles Gorini, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación, señala que en la Provincia hay aproximadamente 600 countries. Y asegura que el 2012 cerró con un promedio de entre seis y siete robos mensuales, no todos denunciados a la Policía. “La gente sólo va a la comisaría cuando tiene que denunciar que le roban documentos, autos o armas”, cuentan voceros policiales. “Si no, no lo hacen”.
Desde la Federación Argentina de Clubes de Campos (que tiene alrededor de 70 asociados) coinciden en que la cifra negra es alta, pero ponen el acento en que, con respecto a otros años, hubo cambios en la modalidad de los robos.
“Las urbanizaciones ya no son invulnerables.
Y hay que decir que hoy se ve otra modalidad: entran de fierro (con armas) algo que en otros años no ocurría”
Uno de los últimos hechos violentos fue el 17 de enero en el Club Campos de Golf Las Praderas, en Open Door, y fue el tercer asalto de importancia que sufrió el predio en seis meses. Ese día, una banda comando cortó un alambrado, entró al lugar y tomó rehenes en tres casas distintas. En la primera, dominaron a una mujer que estaba con su bebé, de apenas 10 días. Luego fueron hacia el dormitorio en el que dormía su marido junto a otro de sus hijos. Robaron todo lo que pudieron y, con esta familia de rehén, fueron a la siguiente casa. Allí, uno de los cuatro ladrones ya tenía controlado a otro matrimonio. La saquearon y fueron a un tercer chalé, donde tomaron un nuevo rehén. La banda huyó unos 20 minutos después y la vigilancia recién la detectó cuando salía.
Lo curioso es que en julio había ocurrido un golpe casi calcado en el mismo lugar: seis ladrones armados y encapuchados entraron a una casa, tomaron de rehén a la familia y, mientras la tenían cautiva, fueron a robar una segunda propiedad. Estuvieron 4 horas.
En un predio cercano –“La Cecilia”, en Carlos Keen–, poco antes una banda había dominado a los guardias de seguridad para saquear cuatro casas. En total, allí tomaron 27 rehenes (15 de ellos, menores) para llevarse dinero, electrodomésticos y otros objetos.
El 4 de diciembre, un grupo comando tomó cautivas a dos familias en el country Larena, en Pilar. Sólo seis días después, el 10, ocurrió lo mismo en el Highland Park, de Pilar. En ese caso, entraron a una casa a mano armada, dominaron a los dueños y al jardinero y luego huyeron en el auto de éste último.
La vigilancia ni los vio.
En el propio Highland Park la serie de robos es larga. Uno de los objetivos fue la casa de Claudio Ramos, hijo del fundador del diario Ambito Financiero, desvalijada a principios de enero. Aún no se sabe cómo, pero los ladrones entraron al country y, una vez en el chalé, desmontaron la caja fuerte y se llevaron dinero, joyas y armas. La banda escapó en el auto del propio Ramos y cayó poco después por otros golpes (ver La banda...) Según denunció Ramos al trascender su caso, hasta entonces en el Highland habían ocurrido diez robos en los seis meses previos.
La seguridad en estos predios tiene escalas, que van en relación directa con lo que se pague de expensas. Los más importantes llegan a contar con hasta 25 vigiladores por turno. Pero a veces nada es suficiente. “En algún caso hemos detenido a vigiladores o empleados como cómplices. Pero otra de las variantes que aparece en el verano es la del alquiler temporario”, describe una fuente policial, deslizando la hipótesis de la existencia de gente que llega como inquilina a los countries con objetivos más oscuros que el mero descanso. “En casi todo los casos hay alguien desde adentro que, aún sin malicia, filtra información ”, confirma Jorge Julia, de la Federación.
Otra fuente policial coincide en que en la mayoría de los hechos “el principal enemigo está dentro del country”. Y concluye: “Es arriesgado robar en un lugar que debería tener seguridad absoluta. Pero toda fortaleza es vulnerable si la información viene de adentro.
 
Fuente: Clarin

En el auto, ¿cómo llevar a tu mascota?

¿Puede ir asomada por la ventanilla? ¿En qué parte del vehículo conviene ubicarla? ¿Cómo evitar que sufra el calor? Consejos para garantizar la seguridad de perros y gatos durante los viajes.


El argentino es muy mascotero (el 80% de los hogares tiene una mascota, según la última encuesta nacional encargada por Pedigree y Whiskas) y le gusta llevar a su "mejor amigo” de vacaciones. Cuando el viaje se hace en auto, hay algunas pautas de seguridad que conviene chequear. Al igual que el resto de la familia, el perro o gato va a permanecer varias horas dentro del vehículo y debemos tenerlo en cuenta.

“Es muy común observar a las mascotas asomarse por la ventanilla. Esto puede provocar la distracción del conductor y generar posibles accidentes: en un choque a 100 km. por hora un perro de 20 kilos multiplica su peso por 30 y puede golpear a un objeto o a una persona como si pesara 600 kilos, transformándose en un proyectil. Además, una frenada brusca puede alterar a la mascota y provocar alguna reacción violenta”, alerta Patricio Moreno, médico veterinario del laboratorio Drag Pharma.
Cuando el animal saca la cabeza, también puede contraer enfermedades como otitis y conjuntivitis. “Al estar el coche en marcha las partículas del aire llegan a más velocidad y pueden dañar los ojos, las orejas, o causar lesiones molestas. Además, en el camino hay ramas, señales viales y otros objetos contundentes que le pueden golpear la cabeza”, indica Moreno.

¿Cómo sería un traslado seguro?
“A los perros pequeños es mejor llevarlos en jaula y a los más grandes sujetos con dispositivos especiales para mascotas, como se atan a los bebés”, detalló Miguel Sarfati, secretario del Consejo Profesional de Veterinarios. 
No hay que amarrar a los animales con cuerdas o correas. Si hay un accidente, podrían sufrir lesiones e incluso estrangularse o ser arrastrados por el vehículo.
¿Y qué pasa con los gatos? "No están acostumbrados a viajar en auto. Por eso son perfectas las jaulas transportadoras y, si están inquietos, se puede brindar algún sedante que siempre tiene que estar indicado por el veterinario”
 
Más consejos, más cuidados
Para ayudar a las mascotas a pasar un mejor viaje, la marca Pedigree y el portal Mascotas OK suman un puñado de sugerencias:

* Si tenés que hacer una parada, pero no podés llevar a tu perro, nunca lo dejes en el coche aunque tenga las ventanillas abiertas. Tratá de encontrar un lugar con sombra donde puedas atarlo y no olvides dejarle abundante agua fresca.
* Si tu vehículo está estacionado en la ruta, tu perro siempre debe estar del lado de la vereda o banquina. Debés estar atento de evitar que salga corriendo repentinamente hacia el tráfico.
* Asegurate de llevar una botella de agua y un bebedero para el viaje.
 
Fuente: Clarin

sábado, 19 de enero de 2013

Muerte por irresponsabilidad

Córdoba: un niño murió aplastado por una 4x4 conducida por un menor

El accidente, que se dio a conocer en la tarde del sábado, ocurrió el pasado viernes cuando un adolescente de 15 años conducía una camioneta Toyota Hilux por un campo de la estancia El Portezuelo, ubicada en la localidad de Huanchilla, a unos 365 kilómetros al sur de la capital cordobesa.

Por causas que se tratan de establecer, el adolescente se topó en su camino con el niño en momentos en que éste jugaba con su perro y no pudo evitar el impacto. Pese a que fue trasladado de inmediato al hospital regional de Huanchilla, el pequeño falleció a consecuencia de la gravedad de las heridas sufridas.

El adolescente que conducía la camioneta quedó a disposición de la Fiscalía de Instrucción de feria de La Carlota.

Para esto está el seguro de viajeros

Recaudan dinero para repatriar los restos de cordobesa fallecida en México

El dinero que se necesitaba para traer los restos Araceli Dávila, la turista cordobesa fallecida en un accidente de auto en México, logró ser reunido tras una colecta realizada en el colegio donde la joven era preceptora.

El monto, que rondaba los 7.000 dólares, fue recolectado el pasado lunes durante todo el día en el Colegio Nacional de Monserrat, donde trabajaba Araceli, que fue abierto especialmente con este fin, confirmó a Télam Matías Leuci, un compañero de trabajo de la joven.

Leuci señaló además que al día siguiente se realizó el depósito del monto requerido por la casa funeraria de México para pagar el pasaje y los trámites administrativos del traslado del cuerpo y estimó que los restos de la joven llegarán a Córdoba esta semana, tras lo cual se realizará el sepelio.

La semana pasada Araceli, que tenía 26 años, falleció en un accidente de tránsito cuando se dirigía por la vía federal que une Playa del Carmen con Cancún.

En el auto, que chocó contra un colectivo, la joven cordobesa viajaba junto a una amiga, Natalia Kiefer (26), y dos hombres cubanos; los cuatro murieron en el lugar del hecho.

viernes, 4 de enero de 2013

Defensa del Consumidor y RC Productos

La automotriz alemana BMW y una concesionaria porteña que comercializa esta marca en el país fueron condenadas por la Justicia argentina a pagarle una indemnización millonaria a un conductor que sufrió un accidente en la Ruta 2 y quedó cuadripléjico hace más de diez años, como consecuencia de la falla en el sistema de air bags. La suma aún no fue pagada al damnificado.

La Justicia determinó tanto en primera como en segunda instancia una indemnización para el conductor -identificado con las siglas C.M.B, de 33 años-, superior a los 5 millones de pesos en función de la Ley de Defensa del Consumidor, que deberán pagar tanto la fábrica de BMW de Alemania como la concesionaria que vendió el vehículo, por considerarlas solidariamente responsables, según consta en el fallo al que accedió minutouno.com.

El 7 de enero del 2000, en el kilómetro 382 de la Ruta 2 en dirección a Mar del Plata, un BMW 323 TI modelo 1999, con menos de 10.000 kilómetros, se salió de la ruta y volcó luego de embestir grandes piedras y atravesar el lecho seco del arroyo Los Patos. Como sólo se abrió un air bag -el lateral de lado del acompañante- el conductor sufrió el cizallamiento de su médula y quedó cuadripléjico, según consta en la causa judicial.

Luego de más de 9 años de pleito, BMW de Alemania y la concesionaria Sergio Trepat Automóviles S.A. fueron condenadas solidariamente a indemnizar al accidentado, que todavía no recibió ningún tipo de pago.

Esta es la primera vez que se condena a una fábrica y al concesionario en función de la ley de Defensa del Consumidor por fallas de los air bags, según explicaron fuentes judiciales.

La automotriz alemana –que fuera defendida por el Estudio M.M. Bomchill- y el concesionario fueron condenados en primera instancia por la justicia Comercial argentina a pagar una suma de $4.500.000 más intereses y luego la Cámara determinó pagar en concepto de indemnizaciones $ 1.680.000 más intereses, que aún no fueron liberados, por lo que superan a esta altura los $ 5.000.000.

En los fundamentos del fallo, la justicia sostuvo que "la télesis de la normativa en cuestión no es otra que la efectivización de uno de los derechos humanos fundamentales consagrados por la Constitución Nacional: la protección de la seguridad, salud e intereses económicos de los consumidores".

Para determinar la indemnización acorde a las lesiones irreversibles sufridas por la víctima –que al momento del accidente iba acompañado por su esposa- en el expediente se señala que el tribunal explicó que "en líneas generales, los informes médicos ut supra referidos resultan coincidentes en cuanto a la entidad de la lesión sufrida por el actor, a que ésta se produjo en el marco del accidente automovilístico objeto de esta litis y respecto a la incapacidad sobreviviente del accionante. Ello así y en tanto estas cuestiones no han sido objeto de impugnación por las partes, cabe tener por probada tanto la lesión, los padecimientos y trastornos derivados de dicha lesión como así también el grado de incapacidad del accionante".

"En este marco, teniendo en cuenta que el perito médico clínico admitió que la lesión se debió a una hiperflexión; a tenor de la descripción del accidente y trayecto del vehículo dada por los testigos; la representación gráfica del siniestro efectuada por personal policial en dicha causa penal; y las constancias de las historias clínicas, se juzga acreditada la dinámica del accidente sostenida por el actor y descripta y abonada por su consultor técnico, esto es, en primer lugar tuvo lugar la brusca desaceleración que generó la hiperflexión y consecuentemente, la lesión; y luego el hundimiento del techo, a partir del vuelco del rodado", agrega el fallo.

"En este marco y a tenor de las constancias del manual de funcionamiento del rodado, la desaceleración brusca debió activar los air-bags delanteros a lo cual se añadirá que la intensa magnitud del accidente debió activarse el air-bag lateral izquierdo, circunstancia no acontecida en autos según indicara la Policía Científica en el informe que produjera en la causa penal", sostiene el expediente.

Confesiones incautas en la red

Aseguradoras detectan fraudes a través de las redes
 
Twitter, Facebook, eBay, Linkedin, Tuenti,... Son la nueva forma de relación social, pero, en contra de lo que sucedía cuando contabas un secreto en la penumbra de tu rincón favorito del bar, también son la forma más rápida de divulgar a los cuatro vientos cualquier cosa. Y precisamente por su condición de amplificador, las redes sociales se han convertido en herramienta de cabecera en cualquier investigación. Los seguros lo saben y por eso sus tramitadores y detectives bucean desde hace dos años en los entresijos de la red en busca de defraudadores que confiesan incautamente sus delitos en lo que creen corrillos privados.

Las compañías de seguros se han dado cuenta, además, de que cada euro invertido en investigación antifraude supone un ahorro de 46 en pagos de casos fraudulentos. Un auténtico momio.

Todo empezó, cómo no, con la dichosa crisis. El informe sobre 2011 de la asociación de investigación cooperativa entre entidades aseguradoras y fondos de pensiones (ICEA) reveló en julio pasado que el fraude al seguro se incrementó en un 10,5% durante el año pasado. En términos absolutos, 130.959 casos de fraude intentado y descubierto a tiempo. En cifras económicas, casi 364,3 millones de euros ahorrados a las compañías y, por supuesto, a los clientes que sí pagan y no defraudan.

Aún así, el portavoz de la patronal de las aseguradoras (Unespa), Javier Fernández, cree que los españoles «ni son tan defraudadores, ni lo son más que los habitantes de otros países europeos». Para afirmarlo se apoyo en un dato incontestable: en España hay 90 millones de pólizas (la mayoría, del sector del automóvil) y el número de intentos de fraude se situó en 2011 en esos casi 131.000 casos investigados. Apenas un 0,15%.

Eso sí, aunque el grueso del daño sigue siendo patrimonio de redes organizadas de delincuentes que convierten el fraude en su medio de vida, el mayor incremento se produce en el pequeño defraudador, el ocasional. La lectura es fácil: la crisis económica y las estreches que se viven en los hogares españoles ha empujado a algunos a buscar en las aseguradores un modo de paliar esos apuros.

Tal vez por esa ingenuidad inherente al delincuente novel es más fácil descubrirles en la mentira. Y también porque el delincuente profesional no siente el impulso de propagar su vida a través de las redes sociales. Los ejemplos son abundantes.


Uno de ellos lo protagonizó un cliente que denunció el robo de todos los asientos de su automóvil y reclamó la indemnización a su seguro. En el primer rastreo, su compañía detectó que los asientos estaban a la venta en el portal eBay y que el teléfono de contacto del vendedor ¡era el mismo que tenía desde hacía años la compañía en su ficha de cliente!

O una corredora semiprofesional de motos que trató de obtener una indemnización por una caída al resbalar en una gasolinera que le había provocado, según su reclamación, una lesión invalidante, caída del cabello y depresión. Fue descubierta por colgar en su página de Facebook las fotos de sus competiciones en motos de gran cilindrada, que demostraban la ausencia del daño en el hombro y del resto de secuelas de aquella caída de leves consecuencias.

Otra mujer trató de engañar a su aseguradora posponiendo la fecha del incendio en el que había fallecido su madre, impedida en una silla de ruedas. Una pequeña búsqueda en los periódicos destapó sin ningún género de dudas su mentira: la publicación de la noticia del incendio demostró que sí se había producido, pero antes de la fecha declarada por la clienta. Es decir, contrató la póliza a siniestro ocurrido con el fin de sacarle beneficio económico a la tragedia.

Uno de los productos estrella para intentar comerciar con el seguro son los falsos robos de teléfonos móviles. La mayoría le son enajenados a sus propietarios mediante la modalidad del hurto. En otras palabras, se los quitan sin que se enteren, esto es, sin que medie fuerza, ni violencia, ni intimidación. El seguro del hogar no lo cubre y el dueño del teléfono acude a una comisaría para denunciar un falso robo.

Por fortuna, ese tipo de fraude tiende a desaparecer desde que existen seguros que se contratan con la propia compañía telefónica y que sí cubren el hurto. La Policía Nacional y la Guardia Civil llevan años alertando del incremento de las denuncias falsas, que no sólo causan un perjuicio económico al grueso de los asegurados —el fraude lo pagamos entre todos; la compañía nunca pierde—, sino que, además, engrosan ficticiamente las estadísticas delictivas.

De hecho, desde hace años, los formularios para recoger denuncias incluyen un texto bien visible que recuerda las consecuencias penales de simular un delito. En otras palabras, que denunciar en falso constituye un delito y tiene consecuencias.

Es más, en muchas ocasiones, el seguro no tiene ni que molestarse en investigar, porque es la propia Guardia Civil o la policía quienes detectan la falsedad y logran que el falso denunciante confiese. El abanico de ejemplos es amplio: maridos que inventan extraños atracos para encubrir gastos desaforados en clubes de alterne; amas de casa que simulan tirones para no confesar hurtos en escapadas a mercadillos; pequeños empresarios que denuncian robos inexistentes en busca de una indemnización que palie la bajada de ventas...

La informática no sólo es una herramienta contra el fraude a los seguros en su vertiente internet. Procura la base de la detección del engaño gracias a programas que lanzan alertas ante siniestros sospechosos. A partir de la experiencia, las compañías, y no de manera unificada, trazan perfiles de posibles fraudes.

Así, si uno tiene la desgracia de ser víctimas de varios robos consecutivos, ha de saber que estará bajo la lupa de su compañía. Pero también si la fecha de ocurrencia del siniestro está sospechosamente cerca de la de contratación. O si se alega un daño físico desproporcionado. Y no digamos si el cliente procede de otra aseguradora que le ha pagado una indemnización jugosa.

Ese sistema informático de alertas le supone un ahorro a la aseguradora, ya que le permite detectar un buen número de intento de fraude con una inversión mínima, ya que no precisa de la ayuda, pagada, por supuesto, de un investigador privado. Eso sí, cuando creen que es necesario, no dudan en echar mano de agencias de detectives, recurso al que se suele optar en caso de indemnizaciones elevadas, aquellas en las que hay una compensación entre gasto y ahorro.

El resto, lo indagan los investigadores de la compañía y, en ocasiones, el perito o, simplemente, el tramitador desde su pantalla de ordenador. Eso sí, nada como salir a la calle para descubrir el timo. Un ejemplo: un cliente denunció que alguien le había robado los cinco asientos de su coche. La compañía envió a dos investigadores al domicilio. El marido y denunciante estaba ausente, pero la esposa, en un arranque de amabilidad, les hizo pasar al salón a través de la cocina. Allí, en el suelo y empapados, estaban los cinco asientos, que la mujer estaba limpiando en ese momento.

Los casos reales pueden arrancar una sonrisa, pero, la realidad es que timar al seguro no hace más que incrementar la cuota que cada asegurado pagaremos el próximo año. Según Línea Directa, el sobrecoste que debemos agradecerle a los estafadores es del 10 por ciento. Una cifra nada desdeñable en los tiempos que corren.